Esta receta es extensible a otros cítricos, como el limón o la lima, pues lo que utilizamos es la cáscara, simplemente variará el uso que queramos darle en función del producto o tipo de piel/pelo... aunque por lo general los cítricos tienen las mismas propiedades.
En el caso de la naranja, lo que tenemos son propiedades desinfectantes y desodorantes, pero también relajantes, además, equilibra el ánimo, por lo que es ideal en aromaterapia.
Una nota importante: los extractos obtenidos a partir de la corteza de los cítricos son fotosensibilizantes, por lo que no se recomienda su uso en cremas de día o autobronceadoras, ya que la luz solar podría causar irritaciones, además, es mejor utilizarlo en dosificaciones bajas.
Para hacer nuestro extracto necesitaremos:
- La piel de una naranja (la pelamos, procurando llevarnos sólo la parte naranja, no la blanca y la dejamos secar al aire unos días).
- Alcohol etanol (tipo vodka, ginebra...).
- Un frasco de vidrio.
Cogemos nuestra piel de naranja, que ya tendremos limpia, seca y deshidratada y la metemos en el frasco y lo llenamos con el alcohol.
Lo dejaremos en torno a una semana, agitando todos los días al menos una vez. Pasado este tiempo, colamos el líquido con ayuda de un colador, estrujando bien las cáscaras para sacarle el máximo partido, y lo volvemos a echar en el frasco (bien desinfectado y seco) y lo dejamos abierto para que se evapore el alcohol durante unos días.
Cuando ya no huela a alcohol lo tapamos y lo guardamos en el frigorífico.
Espero que os guste.
Un abrazo, Nanabelle.
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