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Cómo elaborar una crema paso a paso


La elaboración de una crema cosmética requiere de todo un proceso de estudio previo: de los ingredientes, de cómo funcionan las fases, etc. Pero una vez que tenemos cierta idea, el proceso es prácticamente el mismo. Algunas preparaciones variarán en su procedimiento pero la idea será la misma. Me voy a explicar mejor:

Para elaborar una crema necesitaremos 5 cosas:
1) Fase oleosa
2) Fase acuosa
3) Emulsionante
4) Principios activos
5) Conservante y antioxidante

Vamos a ir viendo cada una de ellas (aunque haré un post por cada una más adelante).

1. Fase oleosa
Es la parte de la crema que está compuesta por aceites, mantecas y ceras. Los aceites que usamos son vegetales y pueden ser comestibles o no (un ejemplo de aceites no comestibles son el de ricino o el semilla de algodón). Las mantecas son grasas en estado sólido, normalmente son de origen vegetal (cacao, karité, mango...), pero hay quien también utiliza manteca de cerdo para la elaboración de jabones de sosa, pues va muy bien para la piel.
Las ceras no son una grasa en sí, pero son liposolubles, es decir, que se disuelven en un medio oleoso, por tanto, debemos agregarlas aquí y fundirlas en esta fase y no en el agua. Podemos encontrar muchas en el mercado: de abejas, de arroz, de soja, de candelilla...
Normalmente esta fase supone un 30% del total de la crema, incluyendo el emulsionante (que se funde con los aceites), pero puede llegar hasta un 50%.

2. Fase acuosa
Lo opuesto al aceite, es decir, todos aquellos líquidos no compatibles: agua, infusiones, hidrolatos... y todos aquellos ingredientes que sean hidrosolubles, como la glicerina, el gel de aloe vera...
Normalmente es la fase que lleva mayor porcentaje. Cuando añadamos los principios activos a la fórmula, dicha cantidad la iremos restando de la fase acuosa.

3. Emulsionante
Es absolutamente necesario si queremos que nuestra crema salga bien, ya que como todos sabemos, agua y aceite no son compatibles. Por tanto, debemos ayudarnos de este ingrediente (normalmente son ceras, pero hay más) que tiene un extremo lipófilo (afín a las grasas) y otro extremo hidrófilo (afín al agua) que actuará como nexo entre ambas fases, impidiendo que se separen y formando así la emulsión.
Existen muchas en el mercado: Olivem 1000, Protelán, Emulsán, alcohol cetílico...
Hay que estar atentos, no obstante, de si estamos utilizando un "autoemulsionante" o un "co-emulsionante", ya que en el primer caso, el emulsionante actuará solo, mientras que en el segundo, necesitará de otro para poder mantener la estabilidad de la crema. Para asegurarnos, lo mejor será leer la ficha técnica del producto.

4. Principios activos
Aunque de por sí los aceites y demás ingredientes nos aportan hidratación y otros beneficios, no está de más añadir algunos aditivos en lo que podemos llamar "tercera fase" o "fase fría". Son los activos que se añaden con la crema ya fría ya que son sensibles al calor y no pueden calentarse con las demás fases, ya que perderían sus propiedades.
Algunos ejemplos son: el aceite de rosa mosqueta, el ácido hialurónico, la vitamina E, los aceites esenciales y extractos, vitaminas... pero hay muchísimos más.
Todo lo que agreguemos en esta fase, debe ser restado de la fase acuosa.

5. Conservante y antioxidante
Al llevar una fase acuosa, es necesario que agreguemos un conservante a nuestra crema casera, ya que donde hay agua, crece la vida (es decir, bacterias, hongos, moho...), por tanto hemos de agregar unas gotas de conservante, el cual, podemos encontrarlo de origen vegetal y totalmente natural. Algunos de ellos son el Leucidal (que es el que yo uso), el Geogard/Cosgard, el Rokonsal, el Extracto de semilla de pomelo...
Con unas gotas será suficiente, yo uso aproximadamente 10 gotas por cada 100 ml de crema, pero lo mejor será consultar la dosificación dada por el vendedor.
Y el antioxidante no es absolutamente imprescindible pero sí muy recomendable, para evitar la oxidación (enranciamiento) de los aceites. Para ello, utilizamos la vitamina E, también llamada tocoferol, y al igual que el conservante, sólo necesitaremos unas gotas.

Ahora sí, hemos visto los componentes de una crema, así que vamos a ver cuál sería el proceso "estándar" para elaborar las cremas:

1º Desinfectaríamos absolutamente todo: los envases, los utensilios, los vasos de medición... Simplemente pulverizando alcohol 96º y dejando secar al aire. También sería recomendable cubrir la superficie de trabajo con papel de cocina y usar guantes desechables.

2º Empezaríamos mezclando los ingredientes de la fase oleosa (incluido el emulsionante) al baño María hasta que estén completamente fundidos (en torno a los 70º C).

3º Al mismo tiempo, calentaríamos la fase acuosa hasta llegar a la misma temperatura que la oleosa. Es importante que ambas fases estén a la misma temperatura.

4º Ahora haríamos la emulsión, que puede ser de agua-en-aceite (W/O) o de aceite-en-agua (O/W). En el primer caso verteríamos el agua en el aceite, y en el segundo lo haríamos al revés. Puede parecer que no hay diferencia pero sí que la hay, hablaré más detenidamente sobre ello en otro post.
Una vez vertida una fase en otra, procederemos a batirla con una batidora eléctrica (para pequeñas cantidades, lo mejor será hacernos con una mini-batidora, de esas que venden para la leche del café). Y ya tendremos hecha nuestra emulsión.

5º La crema aún estará caliente, por lo que, antes de agregarle los principios activos, deberemos esperar a que enfríe, removiendo manualmente con una espátula, o si queremos acelerar el proceso, metiendo el recipiente en un bol con agua fría con hielo, procurando que no caiga agua dentro de la crema. Una vez fría, añadiremos los principios activos que hayamos elegido.

6º Hora de medir el pH, porque no podemos echarnos una crema en la cara o en el cuerpo sin saber el pH que tiene, ya que podría producirnos irritaciones. Lo normal para la piel es que la crema esté entre 5 y 5,5. Si está más alto habrá que bajarlo con ácido láctico o cítrico y si está más bajo, habrá que subirlo con una solución de bicarbonato de sodio al 80% (2 gramos de bicarbonato y 8 ml de agua, lo removemos, dejamos que repose, y vamos añadiendo de gota en gota mientras lo medimos hasta llegar a lo que queremos).

7º Finalmente, y con el pH correcto, ya podemos agregarle el conservante y envasar nuestra crema. La duración aproximada será de dos a tres meses, por lo que recomiendo no hacer grandes cantidades. Por ejemplo 50 ml para una crema facial, o 100 ml para un bodymilk... es mejor quedarse cortos y gastar la crema en un mes a que hagamos tanta cantidad que no nos dé tiempo a gastarla (aunque siempre podemos hacer un bonito regalo a nuestros seres queridos, qué mejor que un producto elaborado con nuestras propias manos y totalmente personalizado...).

Bueno, y hasta aquí este post teórico con los pasos fundamentales para elaborar una crema cosmética en nuestra propia casa. Espero que os haya servido de ayuda.







Un abrazo, Nanabelle.

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