Esta receta es una fórmula que podemos emulsionar en frío, gracias a la lecitina de soja (en fluido), un ingrediente totalmente natural, que podemos encontrar en cualquier supermercado y que además es biodegradable (aunque la que venden es granulada, por lo que al final del post os dejaré la receta para hacerla líquida para que la tengáis para futuras emulsiones).
El resultado final es el de una crema de textura media, de tacto muy fino y que se absorbe muy rápidamente, pero si la queréis más fluida (por ejemplo, para envasarla en una botellita o un frasco de tipo colonia) podéis rebajar la goma xantana a 1 gramo y aumentar la infusión de manzanilla a 68 ml.
Los ingredientes que he escogido para este bálsamo son de acción hidratante, calmante y cicatrizante, perfectos para curar los pequeños cortes que pueden producirse durante el afeitado (válido también para después de la depilación femenina).
La crema la he dejado sin ningún olor en particular, tan sólo el que tienen los ingredientes por sí mismos, pero si quisierais agregarle un toque masculino podríais agregarle unas gotas de algún aceite esencial tipo vetiver, sándalo, laurel o ylang ylang.
Ahora sí, vamos con la elaboración del bálsamo. Para hacer 100 ml necesitaremos:
- 10 ml aceite de oliva
- 10 ml aceite de caléndula
- 5 ml lecitina de soja fluida
- 4 gr goma xantana (o goma guar)
- 65 ml infusión de manzanilla
- 5 ml gel aloe vera puro
- 0,5 ml extracto de polen (ver receta)
- 0,5 ml aceite de rosa mosqueta
- 10 gotas Vitamina E
- 2 ml Leucidal (conservante)
- 2-3 gotas ácido láctico (si fuera necesario bajar el pH)
Lo primero de todo será desinfectar con alcohol utensilios y envases. Una vez preparados, haremos la infusión de manzanilla y esperaremos a que se enfríe. Le agregamos la goma xantana para que coja textura de gel, ya que la lecitina de soja emulsiona pero no da textura.
Lo mezclamos muy bien con ayuda de un tenedor o batidor de varillas manual pequeño, deshaciendo todos los grumos. Si os cuesta un poco, podéis calentarlo unos segundos en microondas, ya que en caliente se disuelve mejor. El resultado es un gel bastante espeso:
Ahora pasamos a mezclar los aceites de oliva y caléndula con la lecitina de soja y mezclamos bien.
Con el gel de infusión de manzanilla totalmente frío, le agregamos el gel de aloe vera y mezclamos con ayuda de una espátula o cucharita. Vertemos la fase oleosa en la acuosa (O/W) y batimos con una batidora eléctrica (mejor si es en miniatura) para hacer la emulsión.
El resultado es una crema de color como beige, debido a que la soja y el aceite de caléndula son oscuros:
Ahora que tenemos la crema emulsionada, vamos agregando los ingredientes finales y mezclándolos con la espátula: el aceite de rosa mosqueta, el extracto de polen y la vitamina E.
Antes de añadir el conservante, vamos a medir el pH para asegurarnos de que está entre 5 y 5,5. Si fuera más alto, añadiríamos un par de gotas de ácido láctico para rebajarlo.
Finalmente, agregamos el conservante para que la crema tenga una vida de unos dos o tres meses, y listo! Como podéis ver, queda una crema bastante fina, muy fácil de extender y que se absorbe en seguida:
Y para terminar, os dejo con los ingredientes que podéis encontrar en Amazon:
- Aceite de caléndula, 100 ml (5,99 €)
- Gel puro de aloe vera, 500 gramos (13,49 €)
- Aceite de rosa mosqueta, 60 ml (9,99 €)
- Goma xantana, 250 gramos (4,04 €)
- Ácido láctico, 125 gramos (6,95 €)
Para hacer la lecitina de soja fluida, tan sólo tenéis que mezclar la misma cantidad de lecitina granulada (pulverizarla primero) con la misma cantidad de aceite de girasol, calentarlo al baño María unos 15-20 minutos y retirar. Licuarlo con la batidora y envasarlo en un tarro de cristal. Nos servirá para hacer emulsiones tanto en frío como en caliente. Podemos agregarle unas gotas de Vitamina E para que no se oxide y nos dure más tiempo. Se conserva a temperatura ambiente.
Espero que os haya gustado.
Un abrazo, Nanabelle.
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