Esta es una receta de esas express para hacer jabón de manos, para aprovechar trozos de pastillas de jabón (o pastillas viejas) o incluso, como friega-platos de emergencia.
La fórmula es muy simple: 1 parte de jabón por 4 de agua. Es decir, uso 50 gramos de jabón rallado y le añado 200 ml de agua. Pero vamos a verlo paso a paso:
Primero elegimos nuestra pastilla de jabón, la que sea, yo en este caso, tenía una comercial que ya tenía bastante tiempo. Aunque se puede hacer con jabón comercial, es mejor hacerlo con jabón que hayamos hecho nosotros en casa, es decir, de aceite y sosa.
Con un rallador de cocina, de los de rallar queso, zanahoria, etc, rallamos nuestra pastilla lo más finamente posible.
No nos hará falta usarlo todo, podemos guardarlo en un tarro e ir usando según vayamos necesitando. Ahora cogemos nuestros 50 gramos de jabón y los 200 ml de agua y los ponemos en un cazo.
Lo ponemos a fuego medio, para que no se nos queme, y vamos removiendo con una espátula despacio, para no hacer espuma, y lo dejamos hasta que se disuelva. Retiramos del fuego, porque si seguimos calentando se formarán grumos.
Nos debe quedar una especie de gel viscoso como el de la foto. No os preocupéis porque quede muy líquido, pues a medida que se enfríe, se espesará más. Ya sólo nos queda echarlo en un bote con dispensador. Si veis que ha quedado algún grumo, podéis ayudaros de un colador y listo!
Espero que os guste.
Un abrazo, Nanabelle.
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